l pasado año, el alcalde de Palma, Mateo Isern, fue muy elogiado por la postura que tomó en la lucha contra los estafadores profesionales, conocidos comúnmente como “trilleros, y los vendedores ambulantes que actúan en la Playa de Palma. El alcalde no solo aumentó el número de patrullas policiales, sino que también impuso una orden de alejamiento que les prohibía estar a menos de 500 metros del paseo de la playa y de los turistas en general. Pero, con la temporada vacacional a la vuelta de la esquina, parece que el Ministerio Fiscal ha decidido revocar dicha orden de alejamiento, ante el asombro tanto de residentes como de comerciantes y hoteleros de la zona. En respuesta, el ayuntamiento de Palma ha tomado medidas y está actualmente haciendo cambios en la legislación que incluyen la confiscación inmediata de sus bienes, juegos y ganancias. La asociación de hoteleros de Palma también ha declarado que tomará cartas en el asunto con el fin de impugnar la sentencia.

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